Ahora dime qué te han de ofrecer la tardes perdidas, tu sangre en mi piel. La casa cansada, la manta en el sofá, la tele encendida, las ganas de llorar.
Y ahora dime qué te van a dar la paz en tu vientre, el fondo del mar. Gaviotas cansadas, mi sombra en el sofá, la brasa encendida, las ganas de matar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario